EL ACERRIMO ENEMIGO DE DAVID, EL REY SAUL DE ISRAEL TERMINA SU REINADO Y MUERE EN MANOS DE LOS FILISTEOS JUNTO CON SUS HIJOS

AL SABERSE DERROTADO Y CON SUS HIJOS MUERTOS, EL REY SAUL SE SUICIDA ENTERRÁNDOSE SU FILOSA ESPADA EN EL ABDOMEN

David es ungido nuevo Rey de Israel. ¡Ha muerto el rey, viva el rey!

Jesús    Lopez    Sandoval

      El  ejército de Israel encabezado por el rey Saúl tuvo un fuerte enfrentamiento frente a sus acérrimos enemigos de toda la vida, los filisteos, en el monte Guilboa que ante las bajas del pueblo de Dios, se pusieron en fuga pero seguían cayendo muertos y los filisteos continuaron cercando de cerca de Saúl y los hijos.
    Los filisteos derribaron a Jonatán, hijo  consentido del rey de Israel, así como a sus otros descendientes de nombre Abinadab y a Milki-sua y el pelear se hizo más reñido contra Saúl, y los disparadores, los saeteros, por fin lo hallaron, y fue gravemente herido por los disparadores.

    Con la muerte de sus tres hijos varones, la tristeza invadió a Saúl que tuvo que pedirle a su escudero: “Desenvaina tu espada y atraviésame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y ciertamente me atravieses y me traten abusivamente”, 1 Samuel 31:4.

     Pero el escudero no quiso hacer eso contra su rey Saúl de Israel, porque además de miedo,era el rey, de modo que Saúl tomo la filosa espada de guerra, se la puso en el abdomen y cayo con su propio peso sobre ella. El escudero al ver que Saúl había muerto, también se suicidó de la misma manera: cayó sobre su propia espada y murió con él.

      Así, de esta manera murió el rey Saúl de Israel junto con sus tres hijos y todos sus hombres  llegaron a morir juntos en aquel dia, concluyendo un reinado sin la protección de Jehová Dios, quien desde que David derribo a Goliat comenzó a sentir celo y envía por el joven pastor de ovejas .

   Al otro día después de la batalla y muerte del rey Saúl, los filisteos decapitaron su cuerpo y despojaron su armadura para informar al pueblo filisteo la muerte del rey judío, para después incinerar su cuerpo junto con el de sus hijos y solo enterrar los huesos que quedaron bajo un tamarisco.