Moisés solo pudo conocer la tierra prometida Canaàn, de vista, sòlo subiendo a una montaña para conocerla de lejos. |
Jesús Lòpez Sandoval
Moisés uno de los grandes patriarcas del
pueblo de Israel no tuvo la oportunidad física de conocer la tierra prometida,
la Ciudad de Canaán, por desobedecer a Yahvé Dios, al hacer mal uso del báculo
en el desierto al golpear la roca que emano agua sin honrar el nombre de Dios.
Moisés es uno de los grandes patriarcas
del pueblo elegido de Dios junto con Abraham, Isaac, Jacob, que con la ayuda de
Dios logró liberar al pueblo Israelí del yugo de los egipcios y del Faraón que los mantuvo en cautiverio por
más de 40 años trabajando de sol a sol y con mucho maltrato en el recalcitrante
calor del desierto.
En su éxodo hacia la tierra prometida
llegaron al desierto de Zìn los israelitas comenzaron a rebelarse contra Moisés
y su hermano Aarón por la falta de agua y ante el temor de morir de sed junto
con las bestias, el profeta con la vara golpeó el peñasco dos veces y empezó a
salir mucha agua pero sin santificar a Dios ante los ojos de Israel.
Moisés utilizó el Báculo o Vara para sacar agua de la roca en el desierto de Zin, sin santificar a Dios. |
Yahvé Dios solo le dio a Moisés la
oportunidad de conocer la Ciudad de Canaán, la tierra prometida subiendo a la
montaña de Nebo y ver de lejos la tierra prometida a los hijos de Israel,
“entonces Moisés procedió a subir las llanuras desérticas de Moab, a la cisma
de Pisgá, que da hacia Jericó”.
Esta es la tierra acerca de la cual he
jurado a Abraham, Isaac, Jacob, para dársela a tu descendencia, te he hecho
verla con tus propios, puesto que no cruzaras allá, fue lo último que escucho
Moisés, que a los pocos días murió cuando contaba con 120 años de edad, todavía
con buena visión y aún con mucha fuerza.
El guía de Israel falleció a los 120 años de edad después de haber guiado a su pueblo de la esclavitud que vivió en Egipto. |
Pués al hacer mal uso del báculo o vara,
esta desobediencia la tuvo que pagar al más alto costo como fue su vida y sin
poder cruzar el río Jordán para conocer la ansiada tierra prometida.
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