Jesús era ya un dolor de cabeza para los fariseos, Escribas y todo personaje político de la época. |
Por Jesús López Sandoval.
El versículo 11:47 de Juan manifiesta el pesar de aquello de
aquellos autores políticos religiosos que mantenían oprimidos al pueblo de Israel so pretexto de evitar
que los Romanos destruyeran la gran ciudad, sin embargo, el problema es más profundo porque manifiesta la cerrazón de quienes viendo se negaban a reconocer lo que Jesús de Nazaret proyectaba a través de los milagros que realizaba todo el contexto del capítulo 11 en donde los enemigos de Jesús que Vivian en Betania: Marta, María y Lázaro son los directos beneficiarios por el prodigio
realizado.
Este prodigio permite mirar las profundidades
del corazón del hombre cuando está bloqueado, cuando se ha negado a la posibilidad de
encontrar algo nuevo en los milagros que hacia Jesús.
Tal es el presente caso, señales muy sencillas de interpretar que hablan de la
naturaleza humana unidad a la naturaleza divina de Jesús el nazareno, por ejemplo: Marta, María y Lázaro eran sus amigos, es decir, Jesús disfruto de esta cualidad en valor social que los
humanos tenemos al convivir con los amigos.
El valor dela amistad que vivió Jesús con estos tres personajes se manifiesta en las lágrimas que salieron de su rostro al enterarse de que
su amigo había muerto (Juan 11:35).
Actitud que hace ver a un ente sensible al dolor humano y comprensible ante la
pérdida que sus amigos Marta y
María habían tenido, sensibilidad que no movió a los adversarios a comprender la magnitud de este
acto, mucho menos reconocer la importancia del siguiente acto que hace Jesús, resucita a Lázaro y devolverlo a sus hermanas para que continúe disfrutando de ese amor familiar.
Para los sumos sacerdotes y fariseos todo fue
un simple milagro que ponía en riesgo la autoridad de ellos Juan: 11: 47-48. La cerrazón manifiesta de las autoridades judías no les permitió reconocer al menos, en este milagro el gran beneficio
realizado por Jesús a las familias de Betania,
todo era contrario a sus intereses como lo indica la palabra egoísmo cuando el hombre se encierra en sí mismo, no reconoce los valores externos solo su
propio sentir, su forma de pensar y se constituye como la medida de todas las
cosas, olvídense que hay una ley
natural y un ser supremo que gobierna el universo.
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