viernes, 6 de junio de 2014

EDUARDO CÓRDOVA ABUSÓ DE MENORES, BAJO EL CONOCIMIENTO DEL ARZOBISPADO DE SLP


Eduardo Córdova abusó de menores, bajo el conocimiento del arzobispado de SLP

San Luis Potosí.- Eduardo Córdova Bautista, está considerado como el pederasta más prolífico dentro de la historia de la Iglesia Católica en México, de hecho, algunas autoridades eclesiásticas señalan que su caso podría rebasar al de Marcial Maciel, de acuerdo con documentos vinculado al proceso del que fuera sacerdote.

Córdova Bautista está acusado de la violación de un centenar de menores en la Arquidiócesis de San Luis Potosí durante un periodo de tres décadas, lo cual vincula sus actividades ilícitas con altos jerarcas de la Iglesia en la entidad, entre los que se encuentran tres arzobispos que abandonaron a las víctimas y no expulsaron o denunciaron al párroco cuando tuvieron la oportunidad, por lo menos desde 1996.

Las conclusiones sobre Córdova que se encuentran en informes que poseen las autoridades judiciales, determinan que drogaba a sus víctimas, padece una patología sexual incurable, fue protegido por la jerarquía católica de San Luis Potosí desde la década de 1990, tres arzobispos se encuentran bajo sospecha de no haber actuado; sus víctimas son al menos 120 adolescentes, pero se espera que emergan más casos; la arquidiócesis lo denunció ante la Procuraduría General de Justicia del estado en atención a la Ley Federal de Protección de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de 2011, pues de no haberlo hecho, se habría convertido en cómplice; la denuncia constituye un antecedente sobre las relaciones Iglesia-Estado en asuntos legales, pues es la primera vez que la iglesia pone a disposición judicial a uno de sus miembro y porque los documentos legales del caso se encuentran a disposición de las autoridades.

Un análisis del historial de Córdova, quien se encuentra prófugo, retrata parte de su perfil: inteligencia superior al promedio, con dones de liderazgo, carismático y con profundos conocimientos de derecho civil, penal y canónico, los cuales empleó para evadir a la justicia por cerca de 30 años, dado que es licenciado en Derecho.

En su estrategia, se apoyó en la sociedad de la localidad, fortaleciendo su posición y complicando la situación de sus víctimas, pues llegó a ser uno de los sacerdotes más queridos de San Luis Potosí, provocando así, la hostilidad abierta de los feligreses hacia las víctimas que denunciaron.

El modus operandi de Córdova señala su predilección por hombres jóvenes de entre 14 y 17 años de edad, a los que invitaba a la Iglesia y ya en privado, drogaba con somníferos diluidos en alcohol para abusar de ellos mientras estaban inconscientes. Además posee un historial de abuso de drogas, somníferos e hipnóticos para controlar un insomnio recurrente.

La información revela que la Iglesia tuvo la oportunidad de frenar el abuso en dos ocasiones, la primera de ellas en 1996, cuando recibieron cartas sobre violaciones al escritorio del hoy arzobispo Arturo Szymansky; la segunda, en 2004, cuando un juicio canónico contra Córdova fue sobreseído por el Vaticano ante "falta de evidencias" condenatorias y la defensa que emprendió el propio pederasta por sus conocimientos legales.

Los tres arzobispos involucrados en el caso son: Szymansky, el primero que supo del caso y no hizo nada, de  92 años de edad; Luis Morales Reyes, arzobispo desde 1999, durante su periodo se cometieron la mayor cantidad de abusos, de 77 años, y, Jesús Cabrero, actual arzobispo, a quien le tocó encarar la parte final del proceso, cuando buena parte del daño ya se había cometido.

La Arquidiócesis de SLP investiga dos casos más de sacerdotes que están acusados de abuso sexual contra menores: Noé Trujillo y Francisco Javier Castillo Ríos, denunciados por los padres de las víctimas ante la procuraduría del estado.

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