AL FIN PODRAN REIR... EXITOSA CIRUGIA EXTRAMUROS EN CUNDUACAN

Antes de ingresar a quirofano dialogaron con medicos

Jesús   López

Fue uno de los beneficiados de cirugia extramuro.

Cunduacan Tabasco, Mayo 12.- Tras largos 39 años de enfrentar burlas y un sinnúmero de conflictos emocionales y laborales por sus dificultades para expresarse de manera clara, finalmente a las 13:49 horas del pasado sábado, Rubén Frías, ingresó a la sala de operaciones del hospital regional donde obtendría por fin, la asistencia para cambiar todo en su entorno y mejorar su futuro.

   
    De profesión policía, “El chato” como todos lo conocen, vistió de nuevo el azul, pero ahora de una bata hospitalaria y monto la cama clínica para obtener de las manos del grupo médico altruista “CHEE´J” que significa “Niño que ríe” la ayuda para desaparecer el problema de Labio leporino que enfrentaba y que le había acarreado desde su infancia burlas y sin sabores por no poderse expresar bien.

     Rubén, quien actualmente y a pesar de sus limitantes expresivas cursa actualmente una licenciatura en Seguridad Pública en la UVM, se convirtió así en uno de los 12 beneficiados, entre su mayoría niños, del programa de Cirugías Extramuros que el gobierno que encabeza Tiófilo Ovando y Xóchilt Melgar Rojas, gestionó y que con el apoyo irrestricto de las autoridades del hospital regional que encabezan los doctores Manuel Maravilla Merinos y  Manuel Antonio Gallegos, se hizo una realidad.

     El ingreso a cirugía de Rubén “El Chato” ocurrió a las 13:00 horas con 49 minutos, y una hora después; la vida cambió tras pasar por las talentosas y vehementes manos del grupo de cirujanos que conforman el grupo de amigos “CHEE´J” y que encabeza Héctor Contreras Sala; y quienes a pesar de su anonimato alcanzaron a ser identificados como Ricardo Torres Hernández, José Guadalupe Asencio Lastra, Gerardo Valenzuela y Hugo Durán, así como los anestesiólogos Alfonso Mera Medina, Juan Magaña Márquez y Manases Xicoténcatl.

     

Al final, aunque infecciones como la gripe, hicieron imposible que 12 personas más con problemas de labio leporino y Paladar hendido también fueran socorridas en su martirio cotidiano, el agradecimiento de autoridades, pacientes y familiares de éstos; sucumbió ante la disponibilidad de los galenos quienes ofrecieron regresar para conseguir que en Cunduacán, sean más los niños y adultos que sin ninguna dificultad sonrían.