sábado, 7 de febrero de 2015

EL TRAIDOR JUDAS ISCARIOTE, UNO DE LOS 12 APÓSTOLES DE JESUS, COMPRO UN PANTEÓN CON EL SALARIO DE LA INJUSTICIA

Judas Iscariote, sobre el lado derecho de Jesús recibiendo el pan en la ultima cena.





*Tras colgarse de un árbol al romperse la cuerda cayo de cabeza, reventó su cuerpo y todos los intestinos quedaron desparramados. Libro: Hecho de los apóstoles 1:18.

Jesús   López   Sandoval
    

Judas Iscariote, el apóstol  de Jesús que aparece como el más repudiado por haber traicionado a su maestro, ha sido a través de los años signo de controversia porque con su actitud de traidor, dio pie al cumplimiento de profecías, como aquella que dice: “el que mete su mano al plato conmigo, ese es”.
    Judas que lo había traicionado, viendo que Jesús había sido condenado, sintió remordimiento y devolvió las 30 piezas de plata a los sacerdotes principales y a los ancianos diciendo: “peque cuando traicione sangre justa”. Mateo 27: 3-4. Pero ellos dijeron “¿Qué nos importa?, ¡tú tienes que atender eso!. De modo que él tiro las piezas de plata en el templo y se retiró, y se fue y se ahorcó.
El beso de Judas a Jesús por 30 monedas de plata. A través de la historia y después de casi dos mil años no ha podido ser perdonado.
     Para algunos, es una persona clave en el cumplimiento del plan salvador de Jesucristo, en cambio para otros es signo de total repudio porque al ser persona de total confianza en el equipo de los 12 termina traicionando al maestro y a los demás.
    Con esta actitud, Judas Iscariote se gana el repudio no solo de los seguidores de Jesús sino también de aquellos a los que se le había entregado al mesías, incluso a pesar de morir sigue siendo repudiado y condenado al olvido, razón por la cual pocas personas son los que saben que al ahorcarse la cuerda no soporto el peso de su cuerpo y cayo reventándose el vientre y regándose sus vísceras.
La famosa pintura de Caravaggio que representa a Judas Iscariote con un beso entregando a su maestro para ser sacrificado.
     Posteriormente, los sacerdotes que habían pagado por la traición 30 monedas, no lo quisieron guardar ellos porque lo consideraban de mala suerte y con ello compraron el terreno donde sepultaron el cuerpo de Judas Iscariote. Los sacerdotes principales tomaron las piezas de plata y dijeron: “No es lícito echarlas en la tesorería sagrada, porque son el precio de la sangre”, libro de Mateo 27:6.
     Después de consultar entre sí, compraron con las 30 monedas el campo del alfarero para sepultar a los extraños, por eso se ha llamado a este campo “campo de sangre”, hasta el día de hoy.
Judas a pesar de ahorcarse, sigue siendo repudiado y condenado al olvido por toda la eternidad.
   El Teólogo Mexicano Marco Antonio Jiménez Olan asevero que este predio seguramente fue destinado para sepultar a gente considerada non grata a la vida social, demostrando con esto el total repudio a la actitud de Judas Iscariote y olvidando que seguramente el maestro de los apóstoles ya lo ha perdonado porque  él también dio su vida por aquel apóstol que se olvidó de la  lealtad.
    Es muy fácil juzgar duramente a Judas Iscariote como traidor, pero constantemente estamos traicionando no solo al hermano o prójimo sino a nosotros mismos que pretendemos engañar a Dios juzgando a los demás de lo que nosotros mismos hacemos. ¡Pobre Judas Iscariote!, pero que descanse en paz.

En las fiestas populares no solo de México sino del mundo, es tradición la quema del monigote que representa a Judas, la traición.

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