*JEHOVA DIOS DEJARA PASAR TU PECADO Y NO MORIRÁS, PERO TU PRIMOGÉNITO CON BAT SEBA MORIRÁ: SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL 12:13-14.
Cubriéndose el rostro, el gran Rey de Israel, escucha muy apenado el sermón del profeta Natan. |
*Jehová Dios dejara pasar tu pecado y no morirás,
pero tu primogénito con Bat seba morirá. Segundo libro de Samuel 12:13-14
Por Jesús Lopez Sandoval
El rey David escucho con atención la
historia del profeta Natán quien fue enviado por Jehová Dios, después que le
quito la mujer a Urías para quedarse con
ella y se enfurece después que termina el relato, sin saber que él es el
ofensor.
Tras la muerte de Urías, esposo de Bat seba,
el profeta Natán entro a donde estaba el rey David, se sentó a su lado y le
comenzó a contar una historia: “Había dos hombres que se hallaban en una
ciudad, el uno rico y el otro pobre, de escasos recursos.
Arrepentido, el Rey David escucha al profeta Natan la profecía de que su primogénito morirá. |
El rico tenía muchísimas ovejas y ganado
vacuno, pero el hombre de escasos recursos no tenía más que una cordera, una
pequeña, que había comprado y estaba conservándola viva y ella estaba creciendo
con él y con sus hijos, todos juntos. De su bocado comía y de su copa bebía y
en su seno yacía, y vino a serle como una hija.
Después de un tiempo le vino una visita al
hombre rico, pero él evito tomar algo de sus propias ovejas y de su propio
ganado vacuno para aderezárselo al viajero que le había venido. De modo que
tomo la corderita del hombre de escasos recursos y la aderezó para él hombre
que le había venido.
Ante esto, la cólera del rey David se
enardeció de gran manera contra el hombre de modo que dijo a Natán: “¡Tan
ciertamente, el hombre que hizo esto debe morir y por la cordera debe dar
compensación con cuatro porque no tuvo compasión!”.
Ante esta reacción del rey David, el
profeta Natán le dijo: “¡Tú mismo eres el hombre! Y esto es lo que a dicho
Jehová Dios de Israel: “Yo mismo te ungí para ser rey de Israel, yo mismo te
libre que te matara Saúl. A Urías el hitita (esposo de Bat seba) lo derribaste
a espada, lo mandaste matar y a su esposa la tomaste como tuya.
Con gran sentimiento de culpa, el rey David
agacho la cabeza y reconoció sus errores, “he pecado contra Jehová Dios” Ante
lo cual el profeta Natán dijo: “Jehová Dios dejara pasar tu pecado ¡No
morirás!, pero el hijo que acaba de nacerte, positivamente morirá.
Tras la muerte de su primogénito, el Rey David cayo en una profunda depresión. |
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