sábado, 19 de diciembre de 2015

APÓSTOL PABLO: DURANTE TODO SU APOSTOLADO VIVIÓ EN CARNE PROPIA LA PERSECUCIÓN Y CURO ENFERMOS


Pablo como apóstol vivió en carne propia la persecución tras su conversión a seguidor de Jesús.
Jesús    López    Sandoval     Cuarta Parte

     De perseguidor de cristianos, ahora Pablo ya como apóstol de Jesús es perseguido por autoridades Judías para matarlo, ahora planearon un complot. Los soldados cuidaban día y noche las entradas y salidas de la ciudad de Damasco para eliminarlo, pero ahora sus discípulos cristianos lo apoyan y lo ayudaron a escapar al des colgarlo del muro de un edificio en un cesto.
      Ya como nuevo apóstol discípulo del nazareno, Pablo se dedicó a recorrer varias partes del mundo empezando por la zona de Judea, Jerusalén hasta Siria, Macedonia, predicando la palabra de Dios y sanando a enfermos como lo hizo Jesús, por ejemplo en Listra sana a un paralitico de nacimiento y cuando emprendía la retirada de este pueblo fue apedreado por unos Judíos provenientes de Antioquia e Iconio que persuadieron a la muchedumbre y lo lapidaron y creyendo que estaba muerto arrastraron el cuerpo hasta fuera de la ciudad.

     Después de recobrar el conocimiento, el nuevo apóstol cristiano se levantó apoyado por sus discípulos y acompañado del también apóstol Bernabé abandonaron la ciudad para dirigirse a la ciudad de Derbe donde declaro las buenas nuevas y logro que una gran cantidad de habitantes se convirtieran en cristianos.
Pablo recorrió gran parte de Asia Menor y otros países curando a enfermos.
    Tiempo después, en un conflicto entre los dos apóstoles Bernabé y Pablo, éste se separó y se fue a predicar a ciudades como Troas, Macedonia, Samotracia, Neápolis y, en Filipos fue detenido Pablo en compañía de Silas y los arrestaron por el mercado siendo acusado ante el gobernante por predicar, “estos hombres están turbando nuestras ciudades y publicando costumbres que es licito adoptar puesto que somos romanos”.
     Los magistrados civiles ordenaron despojarlo de su ropa para golpearlo con varas para después encarcelarlo y encadenarles los pies. Oraron y un gran terremoto sacudió la cárcel, se abrieron las puertas y las cadenas se soltaron, huyendo del lugar.
     Temiendo ser castigado, el carcelero al ver las puertas abiertas desenvaino su espada e intento suicidarse, pero Pablo apóstol le gritó: “¡No te hagas ningún daño, porque estamos aquí!”. Sobrecogido del temor, el soldado preguntó: “¿Qué tengo que hacer para salvarme”? Pablo le contestó: “Cree en el señor Jesús y serás salvo, tú y tu casa”. Hechos 16:30-31.
    El apóstol siguió su peregrinar por ciudades como Tesalónica, Berea, Atenas, Grecia, en ésta ciudad lo trataron de charlatán y publicar “deidades extranjeras”. Fue detenido y llevado al tribunal del Areópago y con un buen discurso, convincente, fundamentado a sus creencias, convenció a Dionisio, juez del tribunal y una mujer llamada Damaris a hacerse creyente y salió liberado para dirigirse a la Ciudad de Corinto. Antes de embarcarse a Siria, Pablo se cortó el pelo a rape.

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