La comunicadora Ibneya antes de su muerte acompañado de su familia sólo falto Jesús Lopez Santos, fue quien tomo la foto. |
Ama
de casa, guerrera, mujer joven y emprendedora, así como una excelente madre fue la comunicadora Ibneya
Santos Palma quien perdió una intensísima batalla contra el maldito cáncer de
ovario epitelial este pasado primero de septiembre del presente año.
Con tan sólo 39 años de edad, Ibneya
Santos Palma quien fue reportera de varios medios de comunicación como Diario
Olmeca, Diario de la Tarde, Sureste de Tabasco, Periódico Milenio, Diario Abc de la Tarde y
últimamente Diario de Tabasco, dejo de existir tras una lucha intensa, sin
cuartel, contra el maligno cáncer que aún así enferma siguió en la batalla de
la pluma hasta las últimas horas de su existencia.
Tras su fallecimiento, deja en la orfandad
a tres hijos: Jesús de 20 años, Luis Eduardo de 10 y la niña Melissa Ibneya
López Santos, ésta ultima su gran melancolía antes de su partida, “no me
importa morir, pero mi gran preocupación y tristeza es mi niña, está muy
chiquita”, solía decir.
Desde que tuvo conocimiento de que su
enfermedad era muy grave, ya que estaba bastante avanzado el mal ya que le
quedaba sólo dos meses de vida según pronósticos médicos, se aferró a la vida
para buscar “¡estirar¡” el tiempo de disfrutar a sus seres queridos y echarle
las ganas preparando sus naturales jugos verdes rojos a base de montes y vegetales como apio, nopal, betabel, perejil
chino, hojas de mala madre, etc.
El cáncer de ovario junto con el de páncreas son de los
padecimientos más agresivos que no tan fácil se libra la persona que adquiere
esta enfermedad porque es silencioso, invasivo, traicionero, penetrante, que
cuando te das cuenta ya lo tienes en la última etapa.
Nuestro agradecimiento al personal del
hospital de alta especialidad Juan Graham Casasús, principalmente a la oncóloga
Sheyla García por su amable y esmerada atención, al doctor Ismael Fortuny
Córdova del hospital Comalcalco, todas las bendiciones del mundo, así como al director de la unidad de Imagen,
Uneme, Humberto Casaos Martínez, al químico Antonio Carrasco que su apoyo fue invaluable y personal del hospital general de la perla de la chontalpa que durante la enfermedad fueron refugio y consuelo para las lágrimas para esta familia.
¡Adiós
valiente guerrera, que por intentar salvarte, aguantabas todos los dolores de
tu enfermedad que también fue nuestra¡
¡Te
vamos a extrañar negrita, ya se siente el silencio y ausencia de la casa!
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