Más de un cuatro de siglo tuvieron que pasar para el feliz re-encuentro. |
Jesús López Sandoval
Comalcalco, Tabasco agosto 14.-El encontrarse con grandes amigos genera un
enorme bienestar en la salud física y mental, genera felicidad y hace que el
cuerpo libere una sustancia que se llama Dopamina que obliga al mismo a sentir
"Gozo en el Corazón".
Recordar es vivir, suele decir un
comercial, pero estrechar la mano de un gran amigo que por más de 25 años de
distancia de no hacerlo, trae muchas cosas positivas este re-encuentro que por
azares del destino se dejaron de ver por muchísimo tiempo.
"¡Te soñé hace como 10 días!",
fueron sus primeras palabras al estrechar fuertemente la mano del 'amigo
prodigo´ a quien por casi tres décadas no se veían, desde que se separaron
cuando cada uno concluyo su carrera universitaria y no dio tiempo de
despedirse.
¡Cómo Dios quiso que nos volviéramos
a re encontrar!, reitero el amigo Rolando, hace 10 días aproximadamente tuve un
sueño acerca de ti y hoy estamos platicando, que grande es Dios y que gran
alegría de volver a verlo.
En verdad amigo así son los
premoniciones, le contesto tenía muchas ganas de ver a mis
grandes amigos, por si algún día me muero me voy con la satisfacción de que lo
pude lograr encontrar y saludar.
Ya no voy a estar en la cama recordando en la
oscuridad de la alta noche que se hizo este amigo, donde estará, que será de su vida, hace alrededor de 30
años no he vuelto a ver.
Los especialistas en estos
menesteres certifican que el re-encontrar a un gran amigo o familiar a quién
no se visto por muchos, pero muchos años, el cuerpo humano de los que lo viven,
generan una sustancia química, llamada Dopamina, que produce en el cuerpo placer, alegría,
felicidad... y cuánta razón tienen.
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