FARISEÍSMO: PUEBLO HIPOCRITA DE LA ÉPOCA DE JESÚS

*Ay! De ustedes los escribas, fariseos y maestros de la ley, cuelan un mosquito y se tragan un camello.

Lideres incongruentes é hipócritas enemigos del Cristianismo

Por    Jesús   López   Sandoval.

    En este pasaje del evangelio de Mateo se encuentra a un Jesús mostrando sus dotes de orador, maestro y juez, con palabras sencillas pero sensatas Y certeras, “desnuda” a los Maestros de la Ley, Escribas y Fariseos a los cuales les va cantando la cartilla respecto a la postura hipócrita de estos en su trato con el pueblo y Jehová.

   Desnuda lo injusto de un trato desigual para con los humildes a los que se les cobra diezmo de todo. La postura de estas autoridades políticas religiosas que con un plan puramente humano trata de justificar ante el pueblo su relación nada santa con el todo poderoso, de ahí, que Jesús de Nazaret les llama hipócritas que se visten de blanco para aparentar pureza y santidad, sin embargo sus actos y pensamientos están distantes de serlo.

   Raza de víboras que piensan que al honrar a los profetas muertos van a ser libres de sus fechorías y estimulan la construcción de centros memoriales para recordarlos, sin mirar que estos mismos monumentos son muestra de su maldad, es decir, son monumentos al pecado y a la traición de la ley.

Los Fariseos fueron los primeros transgresores de la ley de su época.

   Dice Jesús que los Escribas, Fariseos y Maestros de la Ley se han sentado en la cátedra de Moisés, con lo cual han denigrado este espacio porque con la misma ley con la que Moisés dio al pueblo estos la extravían haciéndola doblemente merecedor del infierno, por eso les digo a ustedes, les dijo Jesús, hagan lo que los maestros de la ley mandan pero no hagan los que ellos hacen, porque dicen una cosa (lo que dice la ley) pero hacen otra cosa ( lo que a ellos les gusta y que contraviene a la ley).

   Estos Ayes de Jesús son muy conocidos y se entiende que es el momento principal del rompimiento entre estas autoridades político religiosas y el maestro de Nazaret. Es como decir que le eche leña al fuego porque de por si ya estaba en el sentir de las autoridades eliminarlo, este hecho parece adelantar los acontecimiento. La verdad dicha de frente y con los argumentos contundentes que no dejaron lugar al debate.