sábado, 24 de octubre de 2015

EL APOSTOL MATEO: DE RECAUDADOR DE IMPUESTO A SEGUIDOR DE JESUS


Jesús comiendo con pecadores, entre ellos Mateo, recaudador de impuestos,  actitud muy criticada por Escribas y Fariseos. Pintura del artista italiano Caraviagio.

 Jesús López  Sandoval        Primera Parte

    El apóstol Mateo es uno de los 12 apóstoles seguidores de Jesús aunque de los menos conocidos, sólo algunos párrafos es mencionado en las sagradas escrituras de la biblia en el evangelio de Mateo  y solo para ser señalado por los fariseos y criticar mordazmente a Jesús del porque se sentaba a comer con pecadores y recaudadores de impuestos.
    El apóstol Mateo es hijo de Alfeo un publicano originario de la ciudad galilea de Cafarnaúm de donde era colector de impuestos en el pueblo Judío al servicio del gobierno Romano y los de su país lo veían como una persona non grata, ya que por todo cobraba tributo, extorsionaba para hacerse de dinero, lo que lo hizo un hombre rico de esta zona de Israel.
Mateo antes de ser Apóstol fue recaudador de impuestos del imperio Romano en tierras Judías
    Hay historiadores que narran que Mateo antes de ser invitado por el maestro de Nazaret para ser su apóstol, colocaba  un asiento donde esperaba que la gente cruzara el lago para cobrar impuesto a todos los que buscaban llegar hasta el otro lado. 
    Este oficio al servicio de los Romanos de esa época lo hizo una persona acaudalada ya que su trabajo era bastante lucrativo que lo hizo adquirir grandes propiedades y vivir con todos los lujos de la época donde la mayoría de la población Judía vivía en dificultades  por la opresión económica y militar del imperio de Roma.
    Pero hubo un día que se encontró a Jesús en el camino de Cafarnaúm y su vida dio un giro de 360 grados que no le importó la vida decorosa en que vivía y dejo la gran riqueza que había acumulado, su vida de extorsión a comerciantes, sus grandes placeres, su ambición para unirse al grupo de los 12 apóstoles de Jesucristo.
    Después de cruzar el mar de Galilea y haber levantado a un paralitico, Jesús  prosiguió su camino y alcanzo a ver a un hombre, cuyo nombre era Mateo, sentado en la oficina de los impuestos, y le dijo: “Sé mi seguidor”. En seguida se levantó y le siguió. Libro Mateo: 9:9.

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