*Cómo superar los miedos personales y
enfrentar realidades, fueron temas abordados en Morritz y el pequeño Mons, y Malas
palabras
Jesús López
Villahermosa, Tabasco.- En el marco del Día Mundial del
Arte, la agrupación Mi vida en el arte, bajo la dirección de Alejandro de la
Cruz, presentó las obras de teatro Morritz y el pequeño Mons y Malas palabras,
en funciones que tuvieron como sede el auditorio de la Casa de Artes José
Gorostiza.
A través de la actuación de Alondra Chi y Cecilia Goque se
apreció la puesta en escena Morritz y el pequeño Mons, de Maribel Carrasco,
donde la niña Morritz, quien está a un día de cumplir cinco años, se propone ir
al baño ella sola por la noche, pero el miedo la hace dudar. Entonces con la
ayuda del pequeño Mons, un personaje de su imaginación, enfrenta la realidad y
juntos vencen el miedo a la oscuridad.
Alondra Chi, se mostró encantada con su personaje y
manifestó que el texto es muy noble, no hay doble sentido en alguna parte y es
una comedia muy bonita. “Ya había querido hacer teatro infantil, porque creo
que para las nuevas generaciones es muy importante que podamos consumir la
cultura de nuestro país”, manifestó.
Cecilia Goque indicó que es la primera vez que presentan la
obra, cuyo mensaje muestra lo que la mayoría de las personas ha pasado en la
infancia. “Para mí fue un gran reto representar a Mons, pero lo vi como
una oportunidad para enfrentarme a mí misma, ver qué puedo dar y qué puedo
hacer”, aseveró.
En tanto, el monólogo infantil Malas palabras, de Perla
Szuchmacher, con la actuación de Ángela Trujeque, muestra la historia de la
escritora Flor, quien en una ocasión, a través de la animación de objetos
cotidianos, decide contar una vivencia que marcó su infancia: enterarse que fue
adoptada.
La talentosa actriz expresó que este tema es difícil para
las familias que deben decidir cuándo es el momento adecuado para confesar la
verdad, o si es mejor guardar el secreto.
Es una obra que no sólo habla de las verdades y las mentiras
sino de las palabras, la forma en que Flor, de niña, por medio de esas buenas y
malas palabras que investiga en un diccionario, logra llegar a un trasfondo de
lo que es la adopción, explicó.
“Me emocionó mucho. Cuando la ensayé nunca lloré, pero
estando lo hago por la emoción y creo que he logrado transmitir ese
sentimiento. Varias personas me han comentado que las hice llorar porque les
recuerda su infancia y eso es lo más importante, transmitir lo que siente el
personaje”, afirmó Trujeque.
La obra es apta para presentarse en las escuelas y está
dirigida a todo el público. Por el momento planean montarla el sábado y domingo
próximo, en el Encuentro de Teatro Infantil en la Ciudad de México.
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