El primero en traicionarlo fue Judas Iscariote, tras salir de la última cena. |
Por Jesús López Sandoval
Porque
Jesús fue abandonado en los momentos más difíciles por sus apóstoles, qué le
paso a Pedro, el brazo derecho del nazareno que lo llego a desconocer hasta
tres veces, porque solo Juan acompaño al mesías hasta el último minuto de su
vida y estar acompañando en todo momento a María, su madre y María Magdalena al
pie del madero en el Gólgota; de Judas Iscariote no se puede decir nada, el
mundo cristiano conoce su historia.
Pero que justificó a sus discípulos abandonar al maestro en los
momentos más difíciles en sus 33 años de vida, es toda una serie de
interrogantes que después de 1985 años sigue perdurando todas estas
interrogantes en la opinión pública mundial.
La actitud mostrada por los apóstoles a
excepción de Juan, el discípulo amado, muestra a los seguidores cercanos de
Jesús de manera tambaleante e incrédulos en esos momentos difíciles, hasta de
aquellos que dentro de los 12 hicieron un circulo muy especial: (Pedro,
Santiago y el mismo Juan), llegando no solo abandonar al maestro, sino también
a negarlo, lo que para muchos de los cristianos es un acto de cobardía, pero
para quienes conocen la debilidad del hombre fue un hecho natural.
El que juró y perjuro que nunca traicionaría a Jesús, sólo necesito que el gallo cantara tres veces antes de amanecer, para hacerlo. |
Esto se dice porque el maestro de Nazaret
después de que estuvo 40 días y noches ayunando en el desierto tenía la prueba
palpable de que la carne es débil y por lo tanto fácil de caer en el desorden,
tal es el caso de abandonar al maestro en los momentos difíciles y hasta de
negarlo cuando se teme por la vida propia, de ahí que el maestro les decía
siempre a sus apóstoles vigilaran y oraran para que no entraran en tentación.
Lo que recuerda a los evangelistas en el
pasaje denominado Huerto de Getsemaní el momento en el que les recomienda
esperarlos en oraciones mientras él ora a su padre, muy notable el hecho que
menciona Lucas en el capítulo 22: 39-48.
Donde era su costumbre ir a orar y al
hacerlo, en esa noche se sintió tan atribulado que se menciona que un ángel
bajo a consolarlo mientras sudaba gotas como de sangre, de ahí que Jesús
comprendió que la debilidad de sus discípulos era mayor y vuelve con ellos para
pedirles que se levanten y oren para no caer en tentación.
También este pasaje permite comprender que
el puro valor humano no es suficiente, no basta sino es con la efusión del
espíritu santo que según dice el libro: Hecho de los Apóstoles, vino a
fortalecerlos y a transformar plenamente la vida de estos mismos discípulos.
Como Humano, el Apóstol Juan fue el único valiente que estuvo hasta el último minuto de la vida de Jesús. Acompaño a Maria la madre del maestro y Maria Magdalena, hasta el Gólgota. |
El Teólogo Marco Antonio Jimenez Olan recordó que fue cuando se llenaron del espíritu que el Hijo
del Padre envió ya no fueron más: ni cobardes, ni traidores, ni pusilánimes, ni
fanfarrones, antes al contrario, son valerosos testigos de Jesús muerto y
resucitado y con el impulso de ese pentecostés ya no callan y sienten, en cambio,
el deseo de proclamar a todos, por todos los medios y en todos los lugares.
Así es
como se encuentra, puntualizó el analista de las nuevas y antiguas escrituras de la biblia, que los discípulos del maestro llegan a ser sus verdaderos
apóstoles por la fortaleza del espíritu santo, para dar la Gloria al Padre en
el anuncio de la resurrección al hijo, Jesucristo, el Salvador.
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