martes, 21 de octubre de 2014

JUAN EL BAUTISTA NACIÓ DE LA INCREDULIDAD DE SU PADRE EL PROFETA ZACARIAS

*"¡Bendito el señor, Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo!", exclamo Zacarias después de recuperar el habla. Libro evangelio de San Lucas 1:68

Por desconfiar de las palabras del Ángel Gabriel, Zacarias pierde el habla



Por Jesús   Lopez   Sandoval


     En los días de Herodes, rey de Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías y su esposa se llamaba Isabel, los dos eran justos ante Dios, pero no podían tener hijos porque ella era estéril, y ambos de edad avanzada, pero un día cuando Zacarías ejercía el sacerdocio se le apareció el Ángel Gabriel y al verlo se turbo y el temor se apodero de él.
Zacarias tuvo a su hijo, Juan el bautista, cuando ya era anciano y su esposa estéril y de edad avanzada
    “¡Zacarías,  no temas¡”, le dijo el ángel, tu oración ha sido escuchada y tu esposa Isabel, dará a luz un hijo y lo llamaras Juan. “tendrás gozo y alegría, y muchos se gozaran de su nacimiento, porque él será grande ante el señor. No beberá vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el seno de su madre”.
    Incrédulo y sorprendido ante la noticia, Zacarías pregunto al ángel” ¿Como puedo estar seguro de eso, porque yo soy anciano, y mi esposa aparte de estéril, de avanzada en días?”. A lo que el ángel le contesto: “Yo soy Gabriel y estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado a hablarte y darte esta buena noticia”.
     Ahora quedaras mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto suceda, por cuanto no creíste mi palabra, que se cumplirá a su debido tiempo. Cuando Zacarías salió del Santuario donde era sacerdote, el pueblo lo estaba esperando, ya no podía hablar por lo que se comunicaba con señas, había quedado mudo.

¿ Como se va a llamar tu hijo?, le preguntaron a Zacarias, quien en una tablilla escribió: Juan sera su nombre.
    Como Zacarías había quedado sin habla durante varios meses, le preguntaron con señas como quería que se llamara su hijo y él pidió una tablilla y escribió: Juan es su nombre”, ante esto todos se maravillaron, al instante a él se le abrió la boca y se le soltó la lengua y comenzó a hablar”, libro de Lucas 1:63-64.

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