A las mayoría de las mujeres le gusta traer su celular en la bolsa de atrás de su pantalón. (Crónica de un asalto rosa) |
Jesús
López
Comalcalco, Tabasco, septiembre 26.-María
Eugenia caminaba muy campante por el Puente Santo Domingo, sobre la calle
Gregorio Méndez en pleno casco histórico y Centro de esta Perla de la Chontalpa
cuando sintió que suavemente se deslizaba el móvil que traía en la bolsa
trasera de su pantalón de mezclilla.
Cuando
volteo a ver atrás vio a un sujeto que ya tenía en su mano derecha su teléfono
celular que le costó 10 mil pesos y antes de que le alcanzara a decir porque lo
tenía en su poder le comento:
¡Shhh!...
le hizo gestos con su dedo índice en la nariz que le señalaba que mejor se
quedara callada "¡ni intentes hablar y mejor sigue tu camino!", por
lo que mejor opto seguir caminando normalmente, como si en verdad no hubiera pasado nada.
Son
alrededor de las once de la mañana sobre la calle Gregorio Méndez en un día de
fuerte calor, la gente curiosea en los aparadores de los comercios y grandes
tiendas que hay en esta zona que es el ombligo no sólo comercial sino el mero
centro de Comalcalco.
A dos
cuadras de distancia se encuentra el cuartel de la dirección de seguridad pública,
María Eugenia con la rabia guardada en su pecho sigue su camino sin mirar hacia
atrás entre el mar de gente que suele deambular por esta zona, buscando llegar
a su trabajo.
Con
sus compañeros cuenta la triste historia que le acaba de suceder con una
palabra en la mente: "me daban ganas de mentarle la madre, nada más como
le dijo que ni intentara hablar y mejor siguiera su camino, no le dio el gusto
de recordarle el 10 de mayo".
-Me quede con las ganas de hacerlo, pero me
acuerdo que me susurro casi al oído: "¡Shhh… ni intentes hablar!, soltó la
carcajada junto con sus compañeros que ya se habían solidarizado con ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario