sábado, 8 de marzo de 2014

TELMEX Y TELEVISA: ¿EL FIN DE LA IMPUNIDAD COMUNICATIVA EN MÉXICO?



El IFETEL anuncia que, por fin, se publicarán las bases para la licitación de dos nuevos canales de televisión abierta en México.

El plazo fatal para hacerlo es el 9 de marzo del presente año. Es decir, dentro de apenas 76 horas.

¿Y por qué sería esta decisión del IFETEL importante un país que tiene 118 millones de habitantes?

La respuesta es aplastante por obvia.

Cambiarían las reglas de una operación monopólica que los perjudica en tanto que sin usuarios de TelMex y de Televisa.

Vamos por pasos.

Para que la licitación de las señales de televisión abierta mencionadas sea congruente con el espíritu de la nueva Ley de Telecomunicaciones que se produjo como consecuencia de una de las reformas más trascendentes del peñismo, será necesario que con esa apertura del espectro televisivo se aliente la competencia en busca de dar más calidad a los contenidos.

Una precondición implícita para que ello se logre es que el IFETEL cumpla el proceso para decidir si AMERICA MOVIL (Telmex y TelCel) y Televisa son agentes dominantes en el mercado.

Es predecible que así lo determinarán los integrantes del IFETEL.

Una empresa como América Móvil que tiene acaparado el 80% de la telefonía fija y el 70% de la móvil, por supuesto que sobrepasa la cuota del más del 51% de clientela cautiva para ser declarado como un agente preponderante y por lo tanto un obstáculo para alentar la competencia en el sector.

El caso de Televisa es similar, con mucho sobrepasa el 51% que establece la legislación en relación a la multicitada preponderancia.

Televisa tiene domina un 70% del mercado publicitario en México porque sus rattings de audiencia son los mayores de México.

El problema es interés nacional. Y se ha cubierto en esta etapa decisiva de su posible solución, porque en el escenario nacional han surgido eventos de un impacto mediático de gran calado.

Solamente la captura del Chapo Guzmán, las autodefensas michoacanas en busca de la eliminación de los Caballeros Templarios y los mega fraudes cometidos por la ya tristemente célebre empresa Oceanografía, que en connivencia con banqueros y funcionarios de PEMEX ha sacado a la luz los más inesperados episodios de la corrupción en el país, han desplazado de la atención del público el gansteril pleito que libran Telmex (Dish) y Televisa vía los cableros.

El gran perjudicado con la “dominancia”, eufemismo técnico que encubre el término MONOPOLIO, con todos los males que conlleva esa práctica en cualquier campo de la venta de servicios a la gente, obviamente es el colectivo de millones de usuarios de los “servicios” que prestan Telmex y Televisa.

La televisora sigue produciendo unos contenidos de bajísima calidad, que afectan los niveles educativos de la audiencia y que obstaculizan que por ese medio esa audiencia se entere vía los noticieros, de una realidad nacional que ha distorsionado desde sus orígenes.

Televisa, diría el clásico, hace una televisión para jodidos. Y cumple con ese target hasta la fecha de manera puntual.

Telmex es la empresa que acapara el primerísimo lugar de quejas manifestadas por su clientela ante la PROFECO.

Con un origen truculento, la empresa de Carlos Slim fue beneficiaria del patrimonialismo con el que Carlos Salinas dispuso de los bienes nacionales durante su gobierno, camina por el mundo de las telecomunicaciones en México sin que hasta la fecha nadie le haga sombra.

Y así, el segundo hombre más rico del mundo, que nunca se ha significado como un empresario que busque mejorar la calidad en la prestación de los servicios que vende, en una clara connotación monopólica, somete a sus políticas abusivas a la inerme clientela mexicana.

Con Telmex y sus preponderantes servicios cabe aplicar la frase que dice: me compras porque soy el único, así que te aclimatas o te aclichingas.

Las relaciones de estos grupos con el poder parecen estar a la puerta de un cambio trascendente.

Y el principio de ese cambio de reglas estará en la declaración de agentes dominantes de Televisa y Telmex por parte del IFETEL.

Con ello no podrán ser participantes en las licitaciones de los nuevos canales porque obstaculizarían la intención de alentar la competencia, uno de los postulados que contempla la nueva ley de telecomunicaciones.

Si al presidente Enrique Peña Nieto le fallan sus operadores en la construcción de un nuevo espectro comunicativo que ofrezca a los usuarios la posibilidad de elegir entre más opciones que las que ofrecen los monopolios existentes; su proceso de reformas no solamente podría frenarse en sus efectos positivos, sino que quedaría gravemente atrapado nuevamente en los intereses y la capacidad corruptora que Telmex y Televisa han tenido con muchos funcionarios del pasado.

Y hablo de un pasado no tan reciente.

EN TIEMPO REAL.

1.- Dios los hace y ellos se juntan. En el consejo de Banamex, concebido por Roberto Hernández, sobresalen los nombres de Carlos Slim y Emilio Azcárraga Jean. Si Telmex y Televisa protagonizan una pelea de perros buscando mantener sus privilegios empresariales, ya en la mesa del reparto de la nación aparecen juntos como es el caso del consejo de BANAMEX, institución que vive su peor momento de credibilidad ante la opinión pública.

2.- En Quintana Roo el colegio de médicos de la entidad y asociaciones civiles de gran peso, impulsan la candidatura de Raúl Caraveo Toledo para que presida la Comisión de Derechos Humanos de la entidad. Caraveo Toledo se ha distinguido por su activismo en favor de los derechos humanos en una entidad en donde realizar ese tipo de presencia, en ocasiones es arriesgado y peligroso.


http://www.sdpnoticias.com/columnas/2014/03/07/telmex-y-televisa-el-fin-de-la-impunidad-comunicativa-en-mexico

No hay comentarios:

Publicar un comentario