Después de las 7 de la mañana comienza el protocolo diario de izamiento de la monumental bandera de México. |
Jesús López
Ciudad de México,
enero 20. Ya pasa de las 7 de la mañana, por cierto, muy fría, propia del mes
de enero, las dos puertas de la entrada principal del Palacio Nacional se abren
de par en par y del interior emergen personas vestidas de verde con traje
militar y con un sello en el hombro PM en letras mayúsculas, decenas y decenas
de elementos de la guardia militar que resguardan este edificio antiguo.
En una fría mañana salen del interior del Palacio Nacional miembros del cuerpo militar hacia el centro del zócalo para izar la bandera. |
En fila india sacan abrazada la monumental
bandera tricolor para ser izada en la asta que se encuentra en pleno centro de
la plancha del zócalo capitalino, mientras los turistas extranjeros y personas
locales detienen su marcha para presenciar este pasaje de la vida cotidiana de
una de las ciudades más grandes del mundo.
Este es un trabajo arduo y limpio, ya que la
enorme tela de tres colores verde blanco y rojo con un águila devorando una
serpiente sobre una mata de nopal está impregnada en la parte blanca de la
tela, debe todos los días ser izada en lo más alto de la asta en pleno centro
de la capital de la república y corazón político, económico, social de este
país conocido mundialmente como México.
La enorme bandera es cargada en hombros por elementos militares en una fria mañana de la capital de la república. |
Desde el inicio del protocolo en que se abre
la puerta, los mismos elementos con el logo Policía Militar detienen el tráfico
vehicular, mientras que los turistas principalmente norteamericanos y asiáticos
corren para no perder ningún mínimo detalle del ritual completo que es el izamiento
de la ensena nacional.
Es un gran deleite para la vista, presenciar
este proceso donde la bandera no debe tocar suelo por ningún motivo, sería una
falta de respeto, por eso es un trabajo bien coordinado entre hombres y mujeres
jóvenes, mientras la banda de guerra no deja de tocar durante todo el proceso.
El contingente de la policía militar se dirige hasta el centro de la plancha del zócalo de la Ciudad de México para comenzar la tarea de levantar la bandera. |
El majestuoso reloj de la torre
latinoamericana marca las 7.50 am, de una mañana bastante fría con 16 grados centígrados,
algunos tiritan, los turistas no dejan de tomar fotos y grabar vídeos, están
expectantes al desarrollo de esta loable labor de jóvenes elementos de la
policía militar.
La monumental bandera llega hasta el enorme asta para iniciar el trabajo de enganche y subida mientra que la mirada de los presentes se eleva lentamente al compás de la subida de la enseña nacional. |
Al llegar la bandera hasta la asta, dos
elementos la enganchan al palo, mientras una docena de estos la tienen tomado
entre sus brazos mientras es conectada a los ganchos y subida poco a poco y se
va desenrollando, y conforme va tomando altura y mostrando los tres colores que
todos como mexicanos sabemos de memoria. Verde, blanco y rojo con la figura de
un águila devorando una serpiente sobre un nopal.
La bandera ya colocada en lo más alto en su
asta, todos los presentes están en posición de saludo, mientras los tambores
suenan y al sonido de la trompeta se convoca a los presentes a cambiar de
posición y estar en firme para después comenzar la retirada del personal
militar, para regresar otra vez al palacio nacional.
Dos elementos se quedan haciendo la guardia
de honor mientras se da la retirada del batallón al mismo lugar de donde salió.
Ya son las 8 de la mañana y la bandera más
grande y bonita del mundo queda izada con la brisa que la hace ondear en esta
fría mañana que cala hasta los huesos y donde el sol apenas inicia a asomar las
narices y hacer su trabajo de calentar un poco el ambiente propio de invierno y
más en esta zona del valle de México que está rodeada de volcanes como el
Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
La brisa suave de las frescas mañanas hace que la bandera ondee suavemente, sobre el enorme palo que la detiene en el mero centro del zócalo capitalino. |
Gustosos los connacionales y extranjeros, emprenden
la retirada del lugar, sorprendidos y satisfechos de estar presente en la hora
y momento indicado, se sienten a gusto de disfrutar este pasaje de la vida de
este gran país que es México, platicando en su idioma este preciado momento del
paisaje y del mosaico cultural que tiene nuestro país.
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