La abuela Ramona acompañado de sus nietos, bisnietos. |
Jesús López
Comalcalco, Tabasco,
marzo 05.-Dice un dicho popular que llegar a viejo es una bendición y más en
estos tiempos en que fallece mucha gente joven, y, esto sale a colación por una
señora que toda su vida ha sido partera empírica, quien goza actualmente de
cabal salud pese a tener 99 años de edad y que ella como obstetra ayudo a traer
al mundo a miles de personas durante cuatro generaciones é irónicamente
asimismo a esas mismas personas ha visto partir porque han fallecido durante el
desarrollo de casi un siglo.
En la comunidad todos les dicen de cariño la abuela monchita |
Doña Ramona Jiménez mejor conocida
cariñosamente como la "abuela Moncha", nació en el año de 1920 del
siglo pasado en la comunidad Independencia primera sección del municipio de
Comalcalco y a los 15 años ya estaba casada con el joven Ezequiel Santos quien
se dedicaba a ser curandero y atender en partos en dicha ranchería.
De su
esposo aprendió a temprana edad a la atención de lo que actualmente se llama
obstetricia, lo mismo tallaba el abdomen de las mujeres que estaban encintas,
que acomodaba el producto de la concepción para que el trabajo de parto no se
dificultara al momento del alumbramiento.
Durante cuatro generaciones ayudo a mujeres a
que nacieran sus hijos por lo que en la comunidad todo mundo la conoce como
"la abuela Ramona", lo mismo fue parte fundamental ya que también
ayudo a nacer a los que son sus nietos, bisnietos y tataranietos.
Pero así como a visto nacer a cientos y
cientos de personas con el correr de los años, lustros, décadas, también ha
visto pasar personas de todas las edades, muchos jóvenes, dejar este mundo por
diferentes causas, enfermedades como diabetes, hipertensión, cáncer, infartos,
accidentes automovilísticos, hasta personas que han optado por quitarse la
vida.
Pero no todo es miel sobre hojuelas en la vida
de la abuela Moncha, lo mismo ha visto conocer de la pérdida de 7 de sus nueve
hijos principalmente varones que por diferentes causas, como las anteriormente
mencionadas, han perdido la vida, lo mismo nietos que bisnietos, mientras que
la salud de esta centenaria abuela ha sido bendecida por década tras década.
-Mucha gente que
atendió mi mamá ha muerto, ataja la hija que está presente durante la charla
con doña Monchita.
-Hace poco murió doña
Maura, la esposa del finado Bernardino, falleció también don Nacho Díaz, enumera
la hija quien interviene en la entrevista.
-Todas las
generaciones de mi mamá ya han fallecido, le recuerda a su mamá quien solo
pregunta que le paso a esa persona, de que murió, que no llegó a los 30 años,
mientras don Macario es uno de los pocos viejos que todavía vive, porque la mayoría
ya dejo este mundo.
-Mi madre está por cumplir 100 años y se le han
hecho estudios y no tiene ni colesterol, ni triglicéridos, ni azúcar en la
sangre, ni gastritis, no tiene ninguna enfermedad afortunadamente, es una bendición
de Dios que mi madre este por llegar a un siglo de vida, ¡no cualquiera llega!,
presumió por último la entrevistada.
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