*La historia de un bebe que viajo en una caja de cartón
de huevos en la sección de equipajes de un camión de pasajeros desde Tijuana
hasta Tabasco.
Samuel actualmente es un adulto de 30
años de edad que nació en la ciudad más transitada de emigrantes del mundo:
Tijuana, Baja California-San Diego, Estados Unidos, pero sus padres vivieron
una relación muy tormentosa cuando él tenía sólo unos meses de nacido.
La madre se separó de sus padre y el bebé
anduvo vagando en diversas manos familiares hasta que una prima del ahora ex marido
acepto adoptarlo mientras preparaba maletas para regresar a su natal Tabasco desde
Tijuana y con la condición de que pagara el pasaje el pasaje del niño que ya tenía
6 meses de edad.
Debido a los casi 4 mil kilómetros que hay de
distancia entre ambos estados, la desalmada madre ideó acondicionar una caja de
cartón donde vienen los huevos, para lo cual le abrieron huecos como
respiradores, le pusieron cobijas para que estuviera cómodo y antes de la
partida introdujeron al niño con su mamila e inicio el periplo de viaje desde
la frontera con Estados Unidos hasta el sur de la república.
Cada 8 a 10 horas el autobús de pasaje hacia
escala en las más importantes terminales de las grandes ciudades para descender
y subir pasajeros o tomar alimento e ir al baño y era el preciso momento que
aprovechaban para revisar cómo iba el niño y prepararle otra porción de leche
en el biberón en la media hora que daban para aflojar los músculos, después de
tantas horas de viaje.
Después de 4 días de viaje llegó la madre
adoptiva a Tabasco donde asentó su residencia y crio al niño como si fuera su
propio hijo hasta que llego a la adolescencia que conoció la verdad de la
proeza de viajar miles de kilómetros en una caja de cartón de huevo cuando la
verdadera madre cundida por la nostalgia y sentimiento de culpa vino a
visitarlo.
"¡Cómo está mi niño!",
"¡Gracias a Dios ya está grande!", reacción que generó molestia de la
madre adoptiva quien le contó la trágica verdad delante de ella, que lo había
abandonado y no le quiso pagar su pasaje y en contubernio con el chófer lo
deposito en una caja de cartón para no pagar pasaje y poder llegar a Tabasco.
La reacción de Samuel fue de llorar
amargamente tras conocer la verdadera historia de su vida, quien durante varios
meses se sumergió en el bajo mundo del vicio y después recapacito y agradeció a
su madre adoptiva de cuidarlo y protegerlo hasta que llego a la edad adulto
como si hubiera salido de sus entrañas.
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