sábado, 2 de agosto de 2014

CON LA MISMA VARAS QUE MIDAS, SERAS MEDIDO: REGLA DE ORO PARA TRATAR AL PROJIMO

Jesús   López
En su paso por la tierra Jesús enseño la máxima de Mateo 7:12 "Trata a tu prójimo como te gustaría que te trataran"

*REGLA DE ORO PARA TRATAR A TU PRÓJIMO: TRATA A LOS DEMÁS COMO QUIERES QUE A TI TE TRATEN.

Comalcalco, Tabasco, Agosto 02.-Jesucristo a sus discípulos definió toda la enseñanza bíblica en esta famosa regla de oro: “Traten a los demás como quieren a ustedes los traten” Libro de Mateo capitulo 7 versículo 12.
    De nada serviría toda la enseñanza moral, religiosa y social que ofrece los 73 libros de la biblia porque si no nos comportamos ante los demás como lo que decimos y que realmente lo somos, hijos de Dios, de nada sirven los demás preceptos, señalo el Teólogo Marco Antonio Jiménez Olan.
Libro de Mateo, uno de las grandes obras donde se ubican los evangelios
Expuso que otro ejemplo de la ley mosaìca: Ojo por ojo, diente por diente también tiene fundamento en este espíritu de la  regla de oro porque lo que tu hiciste en daño o prejuicio al otro debe ser aplicado a ti mismo, solamente que escuchado así ojo por ojo suena muy sanguinario, de ahí que es mejor entender que la regla máxima es para prevenir, educar y sobre todo para enseñarnos a vivir como hermanos de esta sociedad que el hombre se ha vuelto el propio lobo del hombre”.
La solidaridad humana siempre debe existir.
    Imaginémonos, expuso el Analista del Nuevo y Viejo testamento de la biblia, si a los multimillonarios, cuya riqueza no es totalmente ganada limpiamente, si a ellos se les aplicara la regla de oro, (porque sobre toda propiedad privada pesa una gran hipoteca social) se tendría que dejar a esos individuos sin ningún capital económico.
    Recordó cuando Jesús de Nazaret dio a conocer esta regla de oro, lo precede el discurso de ser justo con los demás, de no dar las cosas a quien no las merece, pero sobre todo, de la enseñanza de confianza al poder celestial que nos da a todos por igual sin importar el color de nuestra piel, religión o lugar geográfico, porque él da siempre cosas buenas a sus hijos.




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