miércoles, 10 de septiembre de 2014

TRES COMALCALQUENSES RECUERDAN MOMENTOS DE ANGUSTIA CUANDO CAYERON LAS TORRES GEMELAS DE NUEVA YORK, YA QUE A ESA HORA Y DÍA ATACABAN RADICALES ÁRABES A LOS EU

*Tuvimos suerte que los terrorista Árabes no tomaran ese día un vuelo mexicano,"¡ no viviéramos para contarlo!", narraron Rocío y Lili López Sandoval

 Jesús    López

Roció Lopez Sandoval, (la de blusa azul) una de las viajeras de Mexicana de aviación de  aquel martes negro 11 septiembre del 2001 cuando las torres gemelas de Nueva York eran derribadas por terroristas Árabes. En la imagen con sus sobrinas.

Un avión terrorista da en el blanco, en aquel fatidico Martes negro del 11 de septiembre. Episodio negro en la historia de la humanidad y de la aviación comercial.





Comalcalco, Tabasco, Septiembre 10.-A 13 años de la peor  tragedia aérea de la historia humana sobre crímenes perpetrados  por  terroristas, tres hermanas oriundas de este municipio de Comalcalco, aún tiene en vivo, fresco en la memoria, los difíciles momentos que vivieron hace una década con tres años, precisamente el martes negro del 11 de septiembre del 2001 cuando volaban sobre el espacio aéreo de los Estados Unidos en ese mismo momento que derribaban las torres gemelas del World Trade Center   de la ciudad de Nueva York.
Las hermanas Lopez  Sandoval: Lili, Iris y Roció en Indiana polis, horas después de ser atendida en algún  lugar de esa ciudad americana y en espera de volver abordar el avión de Mexicana de Aviación para regresar a la Ciudad de México, "¡ sanas y salvas"!
     Rocío ,Lili e Iris López Sandoval, dos de las tres hermanas Comalcalquenses aceptaron una entrevista con Noticias en Línea de Tabasco y reflexionaron en torno al tema y reconocieron que ese martes negro del once de septiembre del 2001 tuvieron mucha suerte que uno de los aviones que tomaron los radicales Árabes no fuera mexicano:”  “La suerte fue que no tomaron un vuelo mexicano”, dice Rocío, la más renuente a la entrevista, abordadas en su tienda de ropa, tal vez para no recordar ese oscuro recuerdo de la vida, los bombardeos que estremecieron al mundo.
         A Trece  años  de haber sido derribada las torres gemelas de Nueva York. Por fanáticos  árabes, tres comalcalquenses aún tienen fresca en la memoria los momentos más difíciles de su vida, ya que precisamente en ese tiempo cruzaban el espacio aéreo de la urbe de hierro, justo cuando una torre gemela del Word Trade Center  WTC,  ya había sido el blanco del terrorismo Islam y puso en estado de alerta a seguridad nacional del país más poderoso del planeta, los Estados Unidos de Norteamérica.
     Las hermanas Rocío, Iris y Lilia López Sandoval habían salido del aeropuerto de Montreal, Canadá con destino a la Ciudad de México en un vuelo de mexicana de aviación   con 300 pasajeros a bordo  a las 7 de  la mañana del martes 11 de septiembre del año 2001, después de varios días de vacacionar en  la república de Canadá y ya regresaban con sus familias a la capital de la república mexicana y después a su destino final,  a esta perla de la chontalpa,  Comalcalco.
    Era alrededor de las 9 de la mañana, ya habían cruzado el espacio aéreo de Manhattan cuando por ambas ventanillas dos aviones caza de la fuerza área  de los Estados Unidos le exigían a los pilotos de Mexicana de aviación que tenían que aterrizar de emergencia en el aeropuerto, siendo obligados a bajar en Indianápolis, cuando los pilotos pretendían hacerlo n la terminal aérea de Chicago, una de las más grandes del mundo.
Aviones caza de los Estados Unidos que entraron inmediatamente en acción cuando los bombardeos, "Si el piloto mexicano no hubiera sido obediente de descender con la nave, hubieran derribado el avión","¡ tuvimos suerte!", reconoció la pasajera tabasqueña, Roció Lopez Sandoval.
     Rocío López Sandoval manifestó: “Tuvimos suerte de que los terroristas no hayan tomado el vuelo de la aeronave  mexicana, además los aviones caza en esos momentos que nos escoltaban no sabíamos porque lo hacían, los pilotos y aeromozas no decían nada, el que el piloto mexicano haya sido obediente y haya acatado la orden porque los cazas iban con la orden de derribar el avión si no obedecía el mensaje  hubieran derribado la aeronave de Aeroméxico y  si fue suerte porque el avión  descendió en Indianápolis y nos atendieron muy bien, la cruz roja internacional  atendió a los mexicanos de manera excelente”.
     Otra de las viajeras tabasqueñas, Lilia López Sandoval recordó que el pánico ya se había  apoderado de los pasajeros desde el mismo momento en que los aviones caza obligaban al piloto a descender: “pensé que el motor se había quemado, volteé a ver una de las alas del avión y había un caza y al otro lado había otro, eso aumento más  la incertidumbre, porque las aeromozas no hablaban nada tampoco”, recordó.
     Abundó que el avión ya en la pista de aterrizaje de Indianápolis, agentes del FBI  y el ejército catearon la aeronave, subieron con perros enormes,  adiestrados,  obligando a bajar a personas con rasgos Árabes, mientras una pasajera estaba histérica al enterarse de los avionazos en las torres gemelas: “¡las profecías de Nostradamus se están cumpliendo!”, gritó y se arrancó a llorar, contagiando a todas las personas del vuelo ya que el pánico se había generalizado en los 300 pasajeros.
     Recuerdo que los soldados nos hablaban con voz fuerte, golpeado, y en inglés, diciéndonos que íbamos a estar varias horas en el avión, ya que para pisar suelo americano hay que tener visa o un permiso especial, por lo que tuvo que intervenir en este caso  difícil la cruz roja internacional, que en convoy especiales nos atendieron en los albergues ya en suelo americano, expresó López Sandoval.
     La Comalcalquense narró que después de que les asignaron un lugar donde se quedarían varios días, conocieron toda la situación completa, al presenciar las noticias del derriba miento de las torres gemelas justo cuando el avión de mexicana de aviación surcaba los cielos de la urbe de hierro, eso hizo que la gente se le apoderara el pánico y se pusieron a llorar.
"¡Pensé que ya no vería a mis tres hijos!", recuerda Lili Lopez Sandoval, una de las viajeras que volaba sobre los Estados Unidos en el mismo instante que eran blancos del terrorismo.
     Madre de tres hijos, Lilia López recordó que la mayoría padeció la depresión los 4 días que estuvieron refugiados en un albergue de Indianápolis, sólo apoyados por personal de la cruz roja internacional que los abrazaban y les daban palabras de aliento, ya que muchos pensaron que ya se iba a desatar una guerra y no volverían a ver a sus familiares.
    Fue en la madrugada del 14 de septiembre cuando todo estaba un poco aclarado, pero bajo control que el avión de mexicana de aviación partió de Indianápolis con 300 pasajeros a bordo con rumbo a la Ciudad de México, fue precisamente la primera aeronave que salió de los Estados Unidos, después de los cuatro días del septiembre negro del 2001, ya que no permitían los vuelos comerciales.

Torres gemelas de Nueva York símbolo del poder económico y económico del país mas poderoso de los Estados Unidos, presumían su belleza y maravilla
    López Sandoval todavía recuerda  con alegría  cuando ese 14 de septiembre, los pilotos de mexicana de aviación anunciaron en el altavoz del interior de la nave: “¡señores pasajeros, acabamos de entrar a cielo mexicano!”, lo que generó gritos de alegría  y aplausos de todos  los pasajeros y abrazos con las azafatas, porque “¡cuando se cayeron las torres gemelas, pensamos que ya no volveríamos a regresar a México!”, puntualizó.

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