La bloguera ha sufrido en Cuba la represión del gobierno de los hermanos Fidel y Raùl Castro |
Xalapa, Veracruz, Octubre 04.-The New York Times la define como “la cubana
más famosa que no tiene el apellido Castro”, lo cual no deja de ser un tanto
difícil de comprender por Yoani Sánchez, cuya presencia en el mundo se extendió
gracias a su blog; pero en su fuero interno una de sus principales frustraciones
va más allá de su trascendencia mediática.
“Vengo de una
formación profesional cuyo centro es la palabra, porque soy filóloga. Esa es
una de las grandes frustraciones profesionales que he padecido en mi vida: soy
graduada en filología, lo cual quiere decir que soy especialista en la palabra,
y siendo una especialista en la palabra, no la he podido usar libremente. Creo
que por esa frustración nace mucho de lo que es mi blog, porque creo en la
palabra, en la fuerza redentora de la palabra”.
Presente en la capital veracruzana como parte
del programa del Hay Festival Xalapa, la bloguera cubana está convencida de la
fuerza de transformación que puede tener la palabra, por lo cual “hay que
redimir a la palabra, que no sea solo el camino para el engaño, sino también el
camino para una mayor objetividad, porque la palabra, como la literatura, es un
dolor de cabeza para los autoritarismos”.
“La tecnología no
tiene una ética: hay gente que piensa que la tecnología es liberadora, pero más
bien es opresora, aunque los movimientos cívicos de los últimos años han podido
mostrarse al mundo y hacer su demanda gracias a internet y a diferentes redes
sociales.
Sin embargo, cuando
se pone en la balanza todo lo negativo que han traído las nuevas herramientas
tecnológicas, como “ese caudal de noticias que muchas veces uno no puede
comprobar si son falsas o verdaderas”, pero también aquello que se ha ganado en
autonomía informativa, “en no tener que depender que un monopolio estatal o
gubernamental dicte qué puedes leer y qué no, creo que la balanza es positiva”.
Ganadora del premio
Ortega y Gasset, Yoani Sánchez reconoce que uno de los retos es crear mejores
internautas, alfabetizar tecnológicamente a la gente desde muy temprano, a
partir de la ética y la actitud que hay que tener frente a esos espacios y, por
sobre todas las cosas, se debe defender a internet, “porque con todos sus
defectos, es el espacio más libre que hemos tenido nunca. Hay que tener cuidado
con las regulaciones de internet, porque podemos estar destruyendo lo mejor que
hemos logrado en siglos”
“Hay que arrebatarle al gobierno el derecho a conectarnos. No te
puedes imaginar el profundo daño profesional que causa cada minuto que pasa que
mi país no se conecte: todos esos arquitectos que se devalúan profesionalmente
porque no pueden estar conectados con otros o no pueden ver los proyectos
arquitectónicos modernos”, concluyó la bloguera cubana.
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